lunes, 31 de agosto de 2009

DIA INTERNACIONAL DE LA SOLIDARIDAD




La Organización de las Naciones Unidas ha acordado que los problemas mundiales deben abordarse de manera que los costos y las cargas se distribuyan con justicia, conforme a los principios fundamentales de equidad y justicia social a fin de que quienes sufren, o los que menos se benefician, reciban la ayuda de los más beneficiados. Según la Real Academia de la Lengua Española, la palabra solidaridad significa: Adhesión circunstancial a la causa o empresa de otros. En el año 2000, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) proclamó el 31 de agosto como Día Internacional de la Solidaridad, con el fin de promover y fortalecer los ideales de solidaridad e igualdad, como valores fundamentales para las relaciones en y entre las naciones, los pueblos y los individuos. Reconociéndola así como uno de los valores fundamentales necesarios para garantizar la paz mundial. La conmemoración de este día debe servir para hacer una profunda reflexión en torno al verdadero significado de la solidaridad; compromiso que debemos renovar diariamente en nuestra vida cotidiana, dada la desigualdad entre naciones, pueblos e individuos que aún sigue existiendo; pues sin solidaridad, las personas no pueden vivir con dignidad. Pero, ¿somos conscientes de lo que supone una actitud solidaria? La solidaridad es mucho más que “sentirse bueno” o “sentirse mejor” por alguna acción puntual; se refiere a un aspecto esencial del ser auténtico, de ser uno mismo, de aceptar nuestra identidad y realidad, teniendo en cuenta nuestra relación de compromiso con los demás. Es importante destacar el hecho de que la solidaridad implica afecto: la fidelidad del amigo, la comprensión del maltratado, el apoyo al perseguido, la apuesta por causas impopulares o perdidas; todo eso puede no constituir propiamente un deber de justicia, pero sí es un deber de solidaridad. Como expresión del sentimiento que es, no funciona como un deber frío e impuesto desde la autoridad. Con mucha frecuencia, la palabra solidaridad se utiliza incorrectamente; no se debe confundir con el concepto de caridad. Solidaridad no es sólo ofrecer socorro a quien más lo necesite, sino respetar y ayudar en lo posible a los demás, adherirse voluntariamente a la causa de otros y perseguir los mismos intereses. La solidaridad no sólo es un requisito de carácter moral, sino también una condición previa para la eficacia de las políticas de los países y los pueblos. Es una de las garantías de la paz mundial. Vivimos un período de grandes diferencias entre los ricos y los pobres. El verdadero progreso no se logrará sin la cooperación entre todas las naciones y los pueblos para acabar con la pobreza y sin la solidaridad con los desposeídos. Debemos asumir la responsabilidad ante todas las personas que no pueden obtener los recursos suficientes para el desarrollo, y ante aquellas personas cuyos derechos humanos y dignidad no se respetan. Todos ellas deben ser nuestra preocupación común. Por ello, la solidaridad se debe tener en cuenta más allá de este Día Internacional. Y debemos hacerlo porque es lo justo, porque todos vivimos en una sociedad, porque todos necesitamos de todos, y porque somos seres humanos, iguales en dignidad y derechos.

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