Desde el primer minuto. Antes de que el reloj marcara oficialmente el cambio de día, 19 de agosto, las fanáticas de Sandro ya se agolpaban en la puerta de su casa en Banfield para desearle un muy feliz cumpleaños.
Sus "nenas" le llevaron de regalo un grupo de mariachis que le cantaron una serenata. Además, ellas no se cansaron de recordar sus éxitos y de gritar a quien quisiera oírlas que lo aman como el primer día.
Pero a diferencia de otros años, él no pudo salir a saludarlas debido a sus problemas de salud. De todas maneras, se comunicó a través del portero y les agradeció el eterno cariño. "Estoy muriéndome de ganas de poder salir", aseguró, pero después agregó: "Los médicos me lo tienen prohibido".
Luego, les dijo a sus seguidoras que se fueran a sus casas que era tarde y hacía frío. Sin embargo, algunas se quedaron.
Esta mañana la casa amaneció llena de carteles, globos y algunos regalos para el artista. Además, siguen desfilando por la puerta de su casa los fanáticos.
Desde hace varios años, el artista sufre de un enfisema pulmonar crónico y además, en el último tiempo, se le sumó una dilatación del miocardio.
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